EL CORAL

El coral es una forma musical que tiene su origen en la Reforma protestante impulsada por el presbítero alemán Martín Lutero (1483 - 1546), quien tras la publicación de sus noventa y cinco tesis en la iglesia de Wittenberg en 1517, inicia la estructuración de la iglesia luterana contemporánea junto con un proceso de elaboración de su propia música, en la que el coral será la aportación musical más significativa.

Lutero concibió el coral como instrumento de divulgación doctrinal, acercando el contenido de los cantos a los fieles para hacerlos partícipes de la celebración del culto protestante. Para ello, la lengua oficial de culto hasta el momento (el latín), fue sustituida por el canto en lengua vernácula, utilizando textos de carácter reflexivo, místico e incluso didáctico, de la tradición poética religiosa alemana y traduciendo al alemán cantos gregorianos.

Esta idea se vio reforzada por la selección de melodías sencillas, fáciles de recordar, empleando cantos gregorianos e himnos latinos, adaptando el texto en alemán o realizando pequeñas modificaciones; se utilizaron melodías profanas y canciones populares, transformándolas en cantos religiosos al modificar el texto y se crearon también, nuevas melodías bajo el mismo concepto.

Estas melodías sencillas, pensadas para ser cantadas por la congregación de fieles durante la liturgia, se sitúan en la voz de la soprano y son subdivididas en frases breves que se corresponden con los versículos del texto mediante respiraciones marcadas por un calderón. Los corales suelen tener una estructura binaria, a menudo separada por una barra de repetición  con predominio de la textura homofónica y ritmo en torno a la negra.

No obstante, en los corales de Bach encontramos un abundante empleo de las notas extrañas. En sus cerca de 400 corales (la mayor parte pertenecientes a sus cantatas, oratorios, pasiones o misas) cada una de las voces es concebida como una línea melódica horizontal ajustada a un marco armónico tonal.